Los peruanos enfrentamos este 6 de junio, la decisión más importante de los últimos 100 años, vamos a elegir entre dos opciones, una es representada por Keiko Fujimori, de quien nos ocuparemos en otro artículo, y la otra por el profesor de primaria Pedro Castillo, un ferviente seguidor de la izquierda más retrógrada, extremista y cavernaria, cuyas propuestas de confiscación de libertades, en el ámbito privado, empresarial y social, solo se aplican en la actualidad en Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Laos y Venezuela, donde los desastrosos resultados han prostrado miserablemente a sus poblaciones, quienes sufren terrible escasez de todo tipo de productos, en especial los de primera necesidad y padecen arteras limitaciones a su libertad personal.
Cómo piensa gobernar Pedro Castillo?, cuál será la ruta que seguirá para conseguir sus tenebrosos objetivos?, aquí un esbozo de lo que estimo que hará, basándome en sus declaraciones, su ideario y su plan de gobierno.
Castillo quiere convertir el Perú en una ergástula, si llegase a ser presidente, inicialmente limitará importaciones, congelará la moneda extranjera, se apoderará de todos los fondos de AFPs, occidente no le venderá vacuna alguna.
A fines del 2021, renovará las cúpulas de las FFAA y policiales, destituyendo a centenares de oficiales, para conseguir adláteres sumisos, su principal horizonte lo fijará en el cierre del Congreso, el cual realizará entre marzo y abril del 2022 (probablemente aplaudido), luego convocará a las elecciones regionales y municipales para inicios de octubre 2022 (por última vez), para aprovechar de realizar en simultáneo el referéndum que le apruebe la realización de una nueva constitución, la cual no será integrada por miembros electos en voluntad popular, sino por “profesionales y técnicos”, designados en función de los intereses del ejecutivo, esto le tomará seis meses a un año, la elaboración de esta nueva constitución, será su pretexto para no convocar a elecciones congresales, luego si convocará a un referéndum (que manipulará), para la aprobación de la misma, donde introducirán su principal modificación, lo que en la actual reza “…la persona humana es el fin supremo de la sociedad…”, será cambiado por “…el estado es el fin supremo de la sociedad”, después restringirá la libertad de movimiento, no solo al extranjero, sino entre regiones, se declarará la moratoria de la deuda externa, así, luego procederá a confiscar los medios de producción, los medios de comunicación y limitará inicialmente la propiedad de viviendas a una por persona, luego también las confiscará, intervendrá y estatizará sin contrapago las clínicas, las universidades, los institutos y los colegios, la banca será otro de sus objetivos y volverá la maquinita impresora de billetes, pues no habrá flujo de moneda internacional, el fin de la economía, el completo final de las libertades.
Olvídense de la elección de alcaldes y gobernadores, su nueva constitución dirá que son designados por el ejecutivo “entre los mejores profesionales al servicio del pueblo”, la prohibición de importaciones afectará todos los rubros, la inevitable escasez de alimentos de primera necesidad y artículos de higiene personal será absoluta, solo se dependerá de las migajas que el gobierno quiera entregar, tremenda escasez de gasolina, fierro y cemento, los servicios de luz, y agua serán restringidos a 5 o 6 horas semanales, internet lento y limitado, sin acceso a Google, pero habrá Baidu, asesinaran sin miramientos a los peruanos que quieran salir del país de contrabando sin el permiso expreso del gobierno, nunca se darán permisos a familias completas, solo a uno o dos de sus miembros, reteniendo al resto en garantía, el temido apocalipsis habrá llegado y Castillo nos condenará a ser otra Norcorea … aún podemos evitarlo.
